FARO Y ALBUFEIRA (Paraíso de la marcha british)







 

Estaba en HUELVA ya tres días y tengo que confesar que no me sedujo. Los pueblos de la sierra no estaban a mi alcance desplazándome yo en transporte local. Y peor, la GRUTA DE LAS MARAVILLAS, CON EL SISTEMA DE RESERVA debido a la invasión turística estaba saturada por varios meses.

Así es que decido pasarme a PORTUGAL.

Camino  y camino que es lo mío hasta la estación de autobuses recientemente renovada a costa de un pastón me dicen en mi albergue, pero, sorprendentemente, por razones ignotas para la plebe con muy deficientes servicios. En la sala principal solo la taquilla de una compañía RUMANA (¿servicio a los trabajadores de la fresa?) funciona y la amable señorita me dice riendo que las otras están cerradas “sine die”. Hay que comprar los billetes en las maquinitas con un poco de suerte, claro.

Bien, entonces intento para FARO CON  ALSA, omnipresente en toda la zona.

FARO, capital del Algarve desde1830 será mi casa para visitar los pueblos de la zona ya que no pude quedarme en TAVIRA.

Viaje agradable, estación de Faro  tipo postguerra y búsqueda de mi albergue en Av. 5 octubro que nadie dice conocer en este maremágnum de turistas. Finalmente una banda de estudiantes deseosas de practicar su ingles me encaminan sin problema. “Es una calle larga, en cuesta, su albergue esta al final al lado de la escuela secundaria. Cojan este autobús y pregunten por la escuela.” Ji ji j aja aaaaa!!!! Empujones, saltitos, carreras… Y nos fuimos.

Era una especie de chalet adosado de los 80 en la parte alta muy agradable y su administradora, Cecilia, una joyita.

Con sus recomendaciones empezamos el trasiego.

PRIMERO LAS “VIEJERIAS” como de costumbre. Bajar es coser y cantar hasta la “flamante” marina nueva al ladito de la ciudad vieja. Nada para mí, conque en marcha por este paseo costero hasta la terminal de ferrys que van a las ISLAS DEL PARQUE DA RIA FORMOSA.

Me apunto el horario para mañana en el ferry local para ISLA BARRETA y sigo hasta la puerta de la muralla de origen musulmán. Poco quedo en pie tras el terremoto de 1755. Decido no visitar / pagar la catedral remozada tantas y tantas veces,  ni el palacio episcopal, ni el convento de la Asunción donde otrora se asentaba la floreciente comunidad judía expulsada a finales del siglo XV como “pago” para obtener la mano de la princesa Isabel hija de los Reyes Católicos.

Deambulo por las callecitas de esta minúsculo “BAIRRO VELHO” todo blanco refulgente donde todavía pueden verse algunos palacios restaurados cerrados a cal y canto. Restaurantes de lujo y ruinas del castillo convertidas en fábrica de cerveja. Salgo a la plaza D. Francisco Gómez por el Arco de la Ciudad frente al Palacio del Gobierno dorado de este sol que me devuelve la vida. Barcas, pequeños yates se disputan este jirón de mar/ rio domado.

Siguiendo los consejos de Cecilia, “No puede perderse ALBUFEIRA, LA CAPITAL DE LA MARCHA EN EL Algarve”, cojo al vuelo un bus que me deja, oh catástrofe!, en la estación nueva en lo alto de una colina lejos del pueblo.



 






Espero al urbano que da la vuelta al mundo antes de dejarme cerca del centro plagado de bares, restaurantes, chiringuitos y una tropa de turistas ingleses desembocando por todas la callejuelas. Hombres jóvenes atascan las terrazas al puro jolgorio ibérico. Algunas familias se deleitan en las tiendas de JUJUBES gigantes que parece ser la especialidad british adorada por sus retoños.

Sigo andando hasta el mirador colonizado por las terrazas de los restaurantes. La playa no es lo mío, con el frio que hace, pero bajo para alcanzar las sorprendentes escaleras mecánicas y llegar a los otros miradores por la pasarela de madera. Afortunadamente poca gente a esta hora de condumio. El mar refulge embravecido contra los acantilados que guardan la playa.

Como en el chiringuito de turno y busco la parada del autobús que me lleve a la estación en el quinto pino. Tarda y más tarda el autobús de vuelta a FARO.

Follón en la cola de la taquilla. ¿El viaje astral me habrá depositado de nuevo en la India?

Adiós adiós Albufeira. Aquí no pienso volver.

FOTOS: CORTESIA DE GOOGLE

 

 

 

 

 

 

Comments

  1. Ay amigos! aqui estoy de nuevo tras esos diez dias malignos envenenada por algun "street food" de Delhi y sus aledanos.Maldito virus que me ha dejado planchada a agua de limon y sal.
    Voy a reorganizarme las meninges, que creo que se me reblandecieron en el ataque. .

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  2. Jeje! Me respondo a mí misma en vista del error en la primera foto, que es de Villa de Leiva.
    Esto se me resiste...
    Pero vosotros me perdonáis!

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  3. Si has seguido viajando, significa que ya estás como una Rosa.

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