PELEANDO EN LA RUA BARAO DE SAO COSME [OPORTO]
Puente Don
Luis I
El "Ayuntamiento" del barrio de BONFIM, CERQUITA DEL METRO
Olala Cosme apartements, PARA TRES DIAS
Inmueble en Rua de Barao de Sao Cosme en venta para rehabilitación, UNA DE TANTAS.
Portugal, hace 30 años, toallas y sábanas bordadas con primor, mi madrecita Emilia… Lisboa, el Museo de Carrozas revuelto con la Torre de Belem y un tranvía descolgándose por los precipicios de La Alfama. Portugal en mi memoria.
Y habían pasado tantos y tantos inviernos al solcito del trópico. Maldita la hora que se nos ocurrió venir a esta casa en noviembre. Aquí ando rebozada con siete capas, gorro y chales de Kashmir. Los edredones son mis amigos en la noche.
Tenemos que escapar de aquí, ya. Colombia no está a mi alcance este año y Portugal se me aparece con todos sus encantos, tan cerquita, tan a mano.
Portugal entonces.
PORTO, OPORTO, me llama en la noche y salgo en el primer avión disponible vía Madrid. Noche oscura, lluvia torrencial en el aeropuerto, menos mal que el acceso al metro es a cubierto. ¿Heroísmo? Bajo del metro. ¿BONFIM? Unas cuantas calles desiertas cuesta abajo hacia el río hasta la rua Barao de Sao Cosme. La lluvia arrecia. Nadie.
Abro el portón con el código, subo las escaleras de madera a duras penas , justo ahora maldita rodilla, y chorreando me dispongo a abrir la puerta del apartamento BNB “todo perfecto”. ¡Maldita sea! #$%^& este código no funciona y el teléfono milagroso de contacto no responde.
Me siento en el descansillo esperando una súbita inspiración. Con el jaleo se han asomado de todos los apartamentos. Ah, sí, a veces pasa, dicen las alemanas del primero y se encierran de nuevo con su música tronituante. La pareja de al lado, el gringo, ella china de California, se apiadan de esta pobre vieja desolada. Venga, puede usted sentarse con nosotros, tómese un té mientras aparecen los administradores…
Y aparecieron. Y cambiaron la clave. Entré y colocados los ropajes en los radiadores, me eché a la calle.
Eran la nueve de la noche y no pasaba nadie bajo los andamios de las obras de los edificios en restauración víctimas de la voraz gentrificacion que roe el alma de Oporto.
Una tienda de chinos a punto de bajar la persiana me salvó del hambre esa noche.
FOTOS: Cortesía de Google
BUENO, GANAS ME DAN DE SALTAR DE ALEGRIA, QUE YA LO HABIA DADO YO POR IMPOSIBLE...
ReplyDeleteEsto es para entrar en materia, que diriamos. hace tanto tiempo, que hasta las palabras se han enronecido.
Pero todo se andara...
Paciencia, amigos
Hablas de lluvia torrencial:quien la pudiera ver y sentir. Ya me he olvidado de cómo huele la tierra mojada.
ReplyDeleteTambién me encanta Oporto.
AY, QUE DOLOR! Y YO QUE CREIA QUE YA TENIA SOLUCIONADO EL ASUNTO DEL BLOG.
ReplyDeleteahora resulta que no puedo compartir el ultimo post sobre BRAGA porque dice que alguien ha reportado contenido PROHIBIDO. No se puede escribir la palabra "braga, exsalazarista..."