TEPOZTLAN: OVNIPUERTO Y PARAISO DE LOS HELADOS TERRENALES










La verdad es que no sabía qué hacer. Informaciones contradictorias…que nada de PUEBLO MAGICO, que no lo cuidan, que la subida a la pirámide del CERRO TEPOZTECO bien vale sudor y lagrimas,  que hay mucho mercader de “la BUENA VIBRA”,  que se come rico en el mercado, que los pasteles de chocolate son divinos, que los OVNIS han hecho aquí su morada y las NIEVES…!ay las nieves! Eso ya es manjar de dioses, como dicen ellos.
Bien. Decido pasar de largo CUERNAVACA, la de la eterna primavera y derramo  cuatro lagrimas amargas por la pérdida del mural de mi amado DIEGO RIVERA EN EL PALACIO DE CORTES. Pero volveré, espérame!


Mientras tanto, en el trasiego, pierdo mi jersey amarillo marroquí  compañero de tantas peripecias.  Me consuelo pensando que alguno de mis vecinos viajeros  lo lucirá flamante y agradecido.
!Que pobre! Me dice mi vocecita inseparable con sorna.
Busco gente para compartir el taxi desde el cruce hasta el centro de TEPOZTLAN y allí empezar la búsqueda y el regateo, que por suerte no es fin de semana lleno de chilangos.
Por fin aterrizo a media cuesta en una pensión  muy particular: una casa del pueblo renovada, limpias habitaciones espartanas pero con gran ventana y ventilo, baños  fuera. El dueño muy mayor paralitico en silla de ruedas con ojos de águila, su esposa vieja viejísima y una criada factótum demasiado avispada según parece. No hay nadie. Me dan la llave y como en casa…pero un día me la dejaría en la mesilla y alboroté medio barrio para sacar al dueño de su sopor siestero.
La criada me aconsejó dejar mi ropa para lavar bien apretadita en el cubo de la basura. Sí, de la ba su ra, no me equivoco.
Y tápelo bien. Que no se vea, que ellos son tan racanos, todo lo miran y una tiene que ganarse la vida. ¿No?
Siempre se aprende, pienso,  mientras aplasto mi vaquero saltando sobre la bolsa de plástico al ritmo de jarabe tapatío de la radio.
El puesto de DONA LUISA será mi destino gourmet en el mercado: tortillas recién hechas, amarillitas, blancas, azules y todas rellenas de los mil y un guisos de la doña, menos los CHAPULINES y hitlacoche. Agüita de sandia para mí siempre.




 Jícara de café en leche  y panes dulces por la mañana justo entrando por la puerta del palacio municipal, en frente del puesto de los pollos encuerados que me dan un poco de grima. Me siento de espalda y los borro de mi memoria.
¿Internet gratis,  WIFI? La jovencita del quiosquillo turístico de la plaza no parece situar lo de “gratis”. Le ayudo preguntando por una biblioteca o la Casa de la Cultura o la Casa del Pueblo…”Biblioteca… eso sí, cerquita, allí tienen Internet.! Es verdad!”
Un salón lleno de jovencillos preparando una exposición de la escuela. Risas, voces, apretujones disimulados…Eso lo conozco bien. El señor mayor, voluntario de la biblioteca, los reprende sin mucho entusiasmo y continua con su tares de clasificación de libros recién llegados.
Me presta unos cuantos de la historia de Morelos y me pasa la contraseña amablemente.
Y fue de camino a mi pensión prodigiosa cuando descubrí  una CATRINA descomunal vestida de azul, sombrero de plumas, que me miraba aviesamente desde el fondo  del salón. Y cuál no sería mi sorpresa al descubrir otras muchas CATRINAS vestidas como reinas rodeadas de papagayos, frutas multicolores y plantas lujuriantes haciendo compañía a los mostradores de las NIEVES.









TEPOZNIEVES, reza el cartel. Entro y me pierdo en la selva de sabores  inusitados y decido quedarme allí haciendo compañía a la CALAVERA CATRINA  de mis amores. Dul, dul, dul! Dulce, dulce, dulce, será esta tardecita DE HELADO DE CHOCOLATE,mis amigas calaveras.

Como no puedo, simple mortal yo, acceder a la maravilla de casa de MARIO AVILA, de barro decorado por sus manos de artista, me dirijo al atrio del Exconvento dominico de Ntra. Sr. De la Natividad (siglo XVI) a través de un increíble arco todo decorado con semillas que renuevan cada año. Castigado y expoliado, hoy museo, poco tiene que ofrecer sino la magnífica vista desde las arcadas del claustro superior.



Mucha meditación y curas y limpias ofrecen por aquí. El restaurante indio de la plaza está regido por un grupo HARE KRISHNA, que dicen reunirse en casas particulares de vez en cuando. Paso de verduritas, por el momento y recalo en EL PAN NUESTRO y acepto humildemente su resucitador pastel de chocolate, cura de todo mal.

Cuesta arriba cuesta abajo llega la noche y con frutas y un pastel de maíz de mi vecino me preparo para hacer frente mañana  al TEPOZTECO.
Dulces serán los sueños.

 

Comments

  1. Madre mia! Pero que lio...No hay forma de entrar los post en mi blog "Desde la India 3", asi es que he empezado este... A ver que pasa

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  2. Pues parece que funciona.
    Mira que eres golosa... pues las verduritas te sentarían muy bien.
    Buen camino, y hasta la próxima.

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  3. No no y no, mi Macj! que ya estoy a hierba pura 9 meses del ano y esos manjares me son permitidos auque aumenten mis rosquillas.

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  4. Las cosas mas raras pasan! No puedo comentar mas en mis posts de PORTUGAL.... Encima me dice que no puedo compartit el ultimo porque tiene contenido DENUNCIADO.

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